La primera acepción de estudiante según nuestra venerable RAE, “Que estudia” y se queda tan pancho, claro con todo su prestigio cualquiera le achanta.
Para talibán nos dice que es alguien perteneciente a una milicia muysulmana.
La palabra en su origen denomina, quiero decir en su idioma, se refiere a los estudiantes del Coran, con perdón.
En el idioma en el que escribo cuando me encuentro con un estudiante de la cosa divina o res divina, le digo teólogo. ¡Y no se lo toma a mal!
-- (Aquí ínter nos, no entiendo como no se rebota)
-- En la tele han salido algunos, lo que es prueba fehaciente de que existir, existen. Normalmente se dedican a enseñar a otros, las cosas de lo alto o muyalto. Compaginan su labor con la pertenencia a una orden religiosa y se les tiene cierta consideración por lo abstruso de sus estudios.
Yo, que tengo mi punto rarito, le doy con relativa frecuencia a la relectura de las tiras, maravillosas tiras de Quino.
Deduzco que yo también soy estudiante.
¡Eh!. Aficionado. Esto mío no es en plan profesional, que conste.
Indignado y cabizbajo sigo por el mundo.
Y pago impuestos. Y no sé, en que se lo gastan, me gustaría que hubiera varias casillas en la declaración con opciones tipo obras de carácter social, educación, sanidad y al marcarlas derivar la parte de mis impuestos a esos gastos, y no a otros.
Y eso sería democracia, poder decidir a donde va mi dinero.
Me doy cuenta de que soy un caso perdido.
Mafalda se apodero de mí y solo digo utopías
Y por mucho que se empeñen, prefiero un cercanías a un tren de largo recorrido.
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