2 de febrero de 2021

Raspa

 



 

 

Una raspa de pescado con piernas y botas vive en mis pesadillas.  La vi hace cuarenta años, tal vez más, en las primeras andanzas por el Prado. De las supuestas figuras licenciosas perduran tan solo las extravagantes. Machaconamente. De mis sueños, apenas me quedan constancias. Solo las delirantes fantasías de mi propio manicomio. Busco, ahora busco. Entre la miríada de figuras del tríptico, el dibujo perturbador

 

*

 

¡No está! Sospecho que me poseí de la imagen pintada. Es mía. Me atormenta a mí. Nadie la puede ver. Con una lupa recorro metódicamente una reproducción fotomecánica. Ahí estoy. En el infierno. Mi retrato sustituyendo a una raspa de pescado con piernas. Andando en mis sueños.

Habitando fuera de un cuadro.

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