2 de mayo de 2025


En el quicio de la ventana

apoyado al sol de la mañana,

traía el patio aires de una copla que nació trasnochada

eterna, llena de lamentos.

Y esta vez, como tantas otras,

desee una voz y en el al aire lanzar mis propias desdichas.

 

Me oculte tras la cortina para escuchar su voz

que este día trae a mi ventana,

donde derramo una lagrima de recuerdo.

 

Atorrante, vago, maleante, lleno de vicios propios de un borracho.

Amarrado a una farola que no ofrece ningún sostén

y terminar tumbado al pie del farol.

 

Su luz refleja el poco aprecio que tiene de la noche

la luminaria se hace sombras por la propia penuria

de este carácter pusilánime, vago, bigardo, atorrante.