10 de febrero de 2013

Cómo montar un mueble


ADVERTENCIA: Antes de empezar conviene leer atentamente las instrucciones.

Hay una tienda de muebles cuyo nombre no deseo mencionar, que te vende desde una silla a un armario envuelto en un paquete, para que lo montes en casa.
Pasados los primeros momentos de alegre desenfreno al retirar los embalajes, tan llenos de sorpresas, con sus aparejos diversos, sus miles de bolsitas y sus exóticos tornillos, y cuando lo tienes extendido por el suelo de la casa; es de recibo desplegar las instrucciones.
[Por experiencia aconsejo pegarlo a la pared para tener una visión de conjunto, y no perderse por los pliegues del papel. Es importante hacer previamente una fotocopia, pues como es sabido las hojas tienen dos caras, y si pegas a la pared el haz, te pierdes el envés, y con ello una parte considerable de las instrucciones. Evitaremos así la penosa situación de terminar con una silla sin patas o un armario sin puertas].
En el kit del buen montador no deben faltar unos recios guantes de trabajo, so pena de acabar con unas molestas bolsitas purulentas en las palmas de las manos, que degenerarán, inevitablemente, en unas irritantes heridas escocedoras.
Es imprescindible seleccionar el lugar de trabajo. Ni que contar la que se montó cuando después de ensamblar la cama, hubo que llevarla desde el salón al dormitorio.
Repasemos lo necesario.
-Lo primero: los guantes y unas herramientas adecuadas a lo que quieres montar.
-Lo segundo: fotocopia por las dos caras de la hoja de instrucciones, para no perderlas de vista.
-Tercero: Una caja, donde vaciar  el contenido de las múltiples bolsitas, antes de que se pierdan debajo de algún mueble.
-En cuarto lugar paciencia y un botiquín a mano, por si acaso.
-Por último. Ahorrar un poco de dinero y compra el mueble montado.