15 de febrero de 2016

En las nubes (Ángeles y demonios) 3



Belcebú

A la atención de Nuestro Señor:
Por la presente, quisiera exponer en mi nombre;  de mis familiares y amigos, de los simpatizantes y conocidos, de Arrimanes y Cachanos, la urgente necesidad, por no decir imprescindible, de una intervención de vuecencia.
Imploramos de su inmensa sabiduría una iluminación que nos guié y reconforte, si es posible. Por favor.
Lo primero: de lo de nuestro destierro, que sí nos queda mucho, y sí existe la posibilidad de volver pronto a casa, a su lado, vía algún indulto que tuviera a bien concedernos su infinita bondad. Le puedo asegurar que por aquí andamos todos muy arrepentidos, es más, cabizbajos, no lo dude, por aquí todo es rechinar de dientes y gasto en odontólogos, no solo estamos contritos estamos de lo más atrito.
Segundo y no menos importante. ¿Qué hacemos con todos los que llegan? Aquí abajo ya no tenemos sitio, y tampoco sabemos que hacer con ellos. Hemos tenido que organizar el descanso reparador elaborando unos turnos, para disponer del lecho donde descansar en periodos máximos de una hora, a las claras, un periodo insuficiente para recuperar fuerzas a las que sacar provecho.
En aras a una optimización de recursos humanos hemos formados parejas con los más delgados para compartir lecho, en el caso de los anoréxicos hemos juntado cuatro en un catre.
            No quisiera ponerle en un brete Señor, pero podríamos echar unos cuantos millones, los más dudosos, es que estamos muy apretujados, como en lata de sardinas.
Mires hacia donde mires siempre te topas con la cara de alguien pegada a tu nariz. Llega a estresar.
            Sí tuviera la bondad de habilitar algún espacio galáctico donde botarlos, le quedaríamos infinitamente agradecidos.
            Me atrevo a sugerirle un expediente de regulación de empleo acompañada de unas cuantas jubilaciones anticipadas.
            Por otro lado le agradecería a nivel personal que dejaran de llamarme con el alias de príncipe de las tinieblas, pues, aunque no tenga nada contra la venerable institución monárquica, el título de príncipe, aunque sea de coña puede llevar a los maledicientes a pensar que albergo la insana intención de llegar a ser Rey, y como bien sabéis, mi Señor, a lo máximo que puedo aspirar es a ser arcángel, ya que por mis venas no corre sangre regia y todos sabemos que el único que puede aspirar a ese título, sí es que se diera el caso, sería Jesús. Que no es que yo sugiera nada, ni que esté planteando la posibilidad de un relevo generacional, “Tú me libres”. Quiero reiterar desde estas líneas mi total devoción a las directrices que emanan de su Veneración, me sentiría escarnecido si  dudase de mi total  e incondicional apoyo. Creo expresar la voluntad de todos al proclamar nuestra inquebrantable adhesión a usted. Y a su hijo.
            No quisiera agobiarle con nuestros problemas pero si nos dejara poner algún tipo de números clausus, reconocimiento médico, test psicotécnico, examen selectivo, pruebas de habilidad, o cualesquiera otra solución, aliviara un poco tanta masificación. Imposible deambular por las estancias del Averno sin alguien pegado a ti. Los puntos de reunión convertidos en albergues provisionales, y  la dificultad que implica deambular por los pasillos atestados.
La zona de los accesos al Báratro, sus aledaños y otros puntos limítrofes a la puerta andan abarrotados de gentes. Y no peco de exagerado cuando afirmo que nos ha tocado lo peor de cada casa. Nos vemos rodeados de la chusma más soez, de gente de la plebe muy canalla. Hay malandrines, facinerosos, malencarados, patibularios, banqueros, procaces, bandidos, asesinos, perversos, bellacos, felones y  sucios, junto con otras  gentes airadas  que quieren entrar, a las bravas incluso.
La verdad no sé que esperan encontrar aquí, como no sea el gusto por el tedio.
Hasta ahora hemos podido frenarlos a duras penas. Gracias a nuestras fuerzas de seguridad que con hercúleos esfuerzos y tras ímprobos trabajos han impedido hasta ahora el derrumbe de la valla, en una clara muestra de celo profesional. (Aprovecho para hacer notar la mejora en la seguridad desde que hemos externalizado la protección del recinto infernal). De paso quisiera pedirle permiso para la construcción de un muro a lo largo y ancho de la frontera que dificulte o impida el acceso de los sin papeles. Todo ello en aras de conseguir un gran servicio y una esmerada atención al usuario de las calderas de Botero, como se puede constatar en la última auditoria de calidad, en la que hemos obtenido el marchamo a la Excelencia y un tenedor más para la zona de restauración de estómagos.
Por otro lado desde que el Papa anterior ha vaciado el Limbo, pensamos que podría ser un lugar idóneo para los desplazados del Infierno.
Podría considerarse como una franquicia. Y requiere un mínimo gasto en infraestructuras, como es la sustitución de las cunas por literas de campamento, y para higienizar, una manita de pintura. Doy por sentado que los gastos de la reforma correrían de mi cuenta.
Sin otro particular y deseando que esta petición llegue a buen fin.
Gracia que espero conseguir de su infinita Sabiduría.
Su más humilde servidor que queda a sus pies.
Belcebú Oświęcim

En Madrid.  A tantos de tantos del 2016