Mocedad
I
Vuelan manos sobre su pelo, suave, deshilvanado.
Los ojos tienen querencia y se fijan a su paso como una
lapa,
y a besarla voy, poseso y enloquecido, a morir por el
fuego.
De amor.
¿Si quiere?
II
Y en verano en la playa, los amantes pasean senso.
Nace el camino oriental que lleva a Basora.
Juegan a encontrarse entre la vida.
Como si no existiera nada.
Solo un decorado entre ellos y el tiempo.
Sólo las rocas y desvisualizados restos que la marea dejó.
Sólo sus risas sobrepasando el ruido.
Inertes las furias del huracán.
III
Y cuando las sombras entre la curva de los cuerpos y la
línea del agua,
larga, infinita, besando la arena, desde el principio,
desde el fin.
Se uncen los cuerpos móviles, en el estático instante que
devora el amor.
Muy bueno Felipe. Tendré que leerlo varias veces, para mi mejor entender.
ResponderEliminarMuy bueno Felipe. Tendré que leerlo varias veces, para mi mejor entender.
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