19 de junio de 2009

Se masca la tragedia

Se masca la tragedia (Así en plural, 2ªparte)

Algunos enteradillos ya sabrán a que me refiero, pero no me importa, yo a lo mio.

Voy a seguir contando la historia a que a mí se me ha ocurrido, al ritmo de la canción de Doña Concha en tierra extraña.

Nos habíamos quedado en el tiempo en que nacen un puñado de seres humanos más brutos. Van creciendo los interfectos, entre ellos este al que llamaremos C puntos suspensivos en adelante C..., que tenía un hermano con los cromosomas antiguos, a este le llamaremos por ejemplo A puntos suspensivos, en adelante, A...

Como hermanos, que os voy a contar, tenían sus altibajos, a veces se llevaban bien, otras discutían por cualquier cosa, es decir rutina fraterna.
Por supuesto los padres querían a sus hijos por igual, pero a C... le parecía que las sonrisas caían mas del lado de A...
-Fuese real o imaginario, es lo mesmo, era la basurilla en el corazón de C...

-A... era alegre y dicharachero, recogía frutos del campo y cogía algún animalillo que compartía con sus padres.

-C...prácticamente hacia lo mismo aunque alguna que otra vez partía con sus amigotes y traía piezas mas grandes, era costumbre que los cazadores se comieran los mejores trozos en el lugar de la caza y llevar a casa no precisamente los mejores bocados.

-C... llevaba unas grandes piezas que a él le parecía no era suficientemente alabadas.

En algún momento de este devenir, andaban los dos hermanos recogiendo algún fruto silvestre, cuando un juego fue degenerando en trifulca entre los dos hermanos y C... a la sazón mas fuerte, le da un viaje al tal A... que le deja turulato. En esas estamos cuando a C... le da por pillar un resto de animal que por ahí quedaba –entiéndase una quijada de asno-- que es que hay que explicarlo todo, y le arrea tamaño golpe que el pobre A... pasa a mejor vida y ahí se queda tirado mientras su hermano se aleja como sí tal cosa.

Al volver, digamos que al hogar, pues a saber como vivían, su Padre le pregunta extrañado por su hermano A...
-- C... donde está tu hermano.
-- Y C... le contesta la famosa frase – Acaso soy el guardián de mi hermano.

La cosa hubiera quedado, mal que bien de esta guisa, sino fuera porque encontraron el cuerpo del finado A..., y como los habían vistos juntos riñendo.

Las gentes lo vieron claro – blanco y en botella-- y le expulsan. Su propio padre se lo dice con frases ominosas – quedaras marcado por la infamia y lo transmitirás a las generaciones futuras.

-- C... se largo y se junto con otros y con el tiempo se harían con el poder de la comunidad, pero el cuento permaneció.

Lo cuentan las abuelas a sus nietos junto con otros cuentos misteriosos.

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